Cuidaremos
 el prestigio de las fuerzas  armadas, garantes de la integridad del 
territorio y la defensa de la  soberanía. Gradualmente se retirará el 
Ejército y la Marina del combate  al narcotráfico y no se les utilizará 
para resolver conflictos de orden  social o para suplir la incapacidad 
del gobierno civil, mucho menos para  reprimir al pueblo.